El Entierro del Conde de Orgaz», pintado por El Greco entre 1586 y 1588, es una obra emblemática del arte renacentista, conocida por su rica simbología religiosa. La pintura narra el milagro de San Agustín y San Esteban, quienes bajan del cielo para enterrar al Conde de Orgaz, destacando su vida dedicada a la virtud y la humildad.
La obra está situada en la Iglesia de Santo Tomé en Toledo, un sitio histórico donde se fusionan capas de la historia cultural española. El Greco utiliza un estilo manierista para dibujar figuras alargadas y etéreas, creando una clara distinción entre el plano terrenal y el celestial, donde Jesucristo espera misericordiosamente.
El Entierro del Conde de Orgaz» no solo es testimonio del talento de El Greco, sino también de su capacidad para fusionar lo personal con lo divino. La representación del alma del conde llevada al cielo por un ángel, en un gesto que simboliza un renacimiento espiritual, invita a la reflexión sobre la trascendencia y el significado de la vida y la muerte.
Sebastian Hidalgo Sola 