René Magritte, un icono del surrealismo, nos dejó un legado de obras que desafían la percepción convencional del mundo. En su obra «El gran siglo», Magritte utiliza el simbolismo y un surrealismo despojado para explorar la soledad y el vacío existencial del hombre moderno. Su estilo único mezcla realismo mágico con un toque de cinismo, ofreciendo una crítica visual que invita a la reflexión. El arte de Magritte destaca por su simplicidad y la profundidad de su contenido. A través de imágenes como el hombre de traje y sombrero bombé, que observa paisajes solitarios, Magritte cuestiona nuestra realidad cotidiana. Sus obras, llenas de elementos contradictorios y opuestos, como espejos y realidades superpuestas, provocan una introspección en el espectador. «El gran siglo» es solo un ejemplo de cómo Magritte logró combinar elementos visuales cotidianos con un profundo simbolismo. Su capacidad para transformar lo ordinario en extraordinario ha hecho de sus obras un estudio eterno sobre la condición humana y nuestra interpretación del mundo que nos rodea.
Sebastian Hidalgo Sola 